domingo, 5 de abril de 2009

Editorial: Crisis económica y política publica en el Chile actual.

Los malos pronósticos para la economía para este año, han obligado a la cartera de Hacienda a dar distintas señales al sector privado para mantener lo que ha sido hasta ahora la “próspera” plataforma económica de Chile. Partiendo por anunciar un plan de estímulo fiscal por US$ 4.000 millones, equivalentes a 2,8% del PIB chileno, el gobierno ha lanzado una batería de subsidios con el fin de estimular la inversión privada (y suavizar los posibles conflictos sociales porvenir).

Estas medidas no son nada más que “regalitos” que el Estado le hace al empresariado. En el mes de noviembre del año pasado el gobierno de Michelle Bachelet otorgo un subsidio por US$450 millones a la industria salmonera, mientras que esta despedía a 8.000 trabajadores. Por otra parte, en el sector de la construcción, que recibirá paulatinamente US$700 millones del Estado para obras de infraestructuras, se han perdido 90.000 empleos hasta enero de este año. A esto se le agrega que en el sector forestal van 12 mil despedidos, mientras que en el sector público ya se ha anunciado recorte de personal, reflejado en lo particular en las medidas de la COMUDEF por cargar el déficit presupuestario a las espaldas de los trabajadores, presionando a los sindicatos a congelar algunos beneficios sindicales, tales como el bono de termino de conflicto.

Estas cifras nos hacen pensar que la supuesta “responsabilidad fiscal”, expresada en el presupuesto “anti-crisis” para este año, no es más que un salvataje a los grandes grupos económicos, ya que los empresarios no han dejado de despedir trabajadores en esos sectores, lo cual se manifiesta en un tasa de desempleo bordeando los dos dígitos. Por de pronto toda esta plata estatal proviene del superávit dejado por el cobre1 y de los impuestos que sobrecargan primordialmente al consumo de los trabajadores, como el IVA.

Estos signos nos hacen reflexionar sobre el incierto futuro de la situación económica. Según el propio Banco Central el crecimiento para el próximo año será a lo más de un 3,5%, y muy probablemente solo un 2%, mientras Barclays Capital proyecta un crecimiento acotado de un 1%, lo cual confirma, contrariamente a lo expresado por Andrés Velasco, que Chile se verá afectado duramente por la crisis financiera mundial.

Un factor que añade gravedad al contexto, es la nociva disposición de los empresarios en el actual momento, la cual se ha mostrado intransigente con demandas tan sentidas como la “ley de la semana corrida”. Así lo confirman los dichos del nuevo timonel de la CPC, Rafael Guilisasti, quien junto con la CONAPYME en el mes de enero rechazaron enérgicamente la extensión del beneficio del pago de la semana corrida. En palabras de ellos; “Esta ley perjudicará, además, una sana tendencia que existe en muchos ámbitos que consiste en premiar el desempeño individual y la productividad de los trabajadores, principalmente en las empresas más pequeñas, tan necesarios en tiempos donde la competitividad de Chile se pondrá a prueba. Esta ley no contribuye a profundizar los objetivos del trabajo decente en Chile”2. Estas declaraciones solo dejan ver la visión de conjunto de los grandes, pequeños y medianos empresarios en esta franja de tierra.

Pero no solo por las “brillantes” medidas económicas se evidencia el estado de ánimo de las cumbres del poder nacional. A esto se agrega una crisis de la representación política de las necesidades sociales de la población, expresado en la desconfianza de los electores, lo cual ha obligado a la Concertación a legislar la inscripción automática para todos los mayores de 18 años. Incluso el ministro Viera Gallo, el día 24 de enero dio a entender que no descartaba la posibilidad de incentivar el voto, a cambio de algunas garantías tales como el aumento de porcentaje de la ficha de protección social para los jóvenes de escasos recursos. Esto ha sido acompañado por los desprendimientos oportunistas de la Concertación (Arrate, Navarro) y por los ánimos de la izquierda extraparlamentaria, en dar paso a un nuevo “pacto instrumental” con el oficialismo para las elecciones parlamentarias de este año.

Este complejo escenario político, nos exige sospechar con mayor certeza, que estamos en presencia de una crisis del neoliberalismo para administrar económica y políticamente la situación nacional.

En ese sentido, uno de los principales desafíos de los trabajadores, es la efectiva maduración de fuerza social y política propia, la cual se fortalece en la medida en que los sectores activos del movimiento social construyamos de forma independiente y en oposición a la política de los poderosos, dejando de lado el espejismo de conquistar mayores cuotas de participación social por medio de alianzas parlamentarias o gubernamentales. Esta tarea se concretiza a nuestro juicio en la construcción de mayores grados de participación y de organización en nuestros espacios sindicales, y es ahí donde ubicamos nuestras esperanzas y esfuerzos. De este modo, cobra especial relevancia la propuesta de aglutinar los empeños sociales, con la ambición de dar vida a una organización sindical única para las trabajadoras y trabajadores de la educación, una organización genuina en sus propósitos, amplia y generosa, que se reconozca como parte integral del activo social movilizado, y por ultimo que logre construir una política con sentido de cambio social.

Esperando que este nuevo año laboral sea provechoso para generar mas espacios de cooperación, organización y combatividad.

Arriba los que luchan!!
Otoño, 2009.

Crisis del paradigma de seguridad social

En el número anterior de este boletín, comenzamos una pequeña campaña de denuncia y de propuesta, con la finalidad de dar a conocer con mayor certeza, que el actual modelo de seguridad social, las AFP, es realmente un modelo que no garantiza una pensión básica a todas y todos los trabajadores de este país.

Un motivo no menor que permite no contar con un fondo de pensión lo suficientemente solvente para financiar la vida inactiva de una trabajadora, han sido los desastrosos resultados de los acuerdos marco laborales, convenios instrumentales firmados por la CUT, gobierno y empresarios. Uno de los pilares fundamentales de dichos acuerdos, ha sido la flexibilización de las jornadas laborales y con ello las normas contractuales del trabajo, lo cual ha autorizado de manera realmente brutal el despido y contratos laborales por obra, faena (1) o a plazo fijo. Las conclusiones ciertas de adaptar los contratos de trabajo a las dinámicas laborales actuales, ha dado paso, a que presentemos en nuestra vida laboral activa, una seria de lagunas en las imposiciones que limita aun mas el financiamiento de nuestra vejez. Recordemos con esto, que fue el gobierno de Michelle Bachelet, quien promulgo la ley de subcontratación en el año 2006, concediendo la eventualidad de pagar salarios diferidos, aunque las trabajadoras realicen una misma actividad laboral.

Estas transformaciones han repercutido fuertemente en la caída del salario real de los trabajadores, impactando significativamente la economía familiar. Es cosa que nos preguntemos de la capacidad de compra del salario mínimo (159 mil pesos), considerando que la canasta básica familiar rodea los 350 mil pesos mensuales.

A 26 años que se cerraron las antiguas cajas de previsión para dar paso a las impotentes administradoras de fondos de pensiones, el cuadro social es desolador, no tan solo por que las AFP eliminaron los aportes de los empleadores y con esto una menor recaudación en nuestro patrimonio previsional, sino que desde que estallo la crisis financiera internacional en el duro invierno del 2007, las perdidas de nuestros fondos de pensiones hasta noviembre del año pasado, han alcanzado la dura cifra de 27 mil 937 millones de dólares, dinero, el cual es casi imposible recuperar. Es decir si UD esta entre los 320.768 personas mayores de 55 años próximas a jubilar y se encuentra en los fondos mas riesgosos, ha perdido menos de la mitad de sus fondos.

Un ejemplo, si UD es auxiliar del liceo “Las Carmelitas del Cielo”, donde ha trabajado 20 años seguidos, obteniendo como sueldo 150 mil pesos. UD tendrá una pensión de 57 mil pesos mensuales, y la perdida mensual será de 70.500. En cambio, si UD estuviera en el antiguo modelo (INP), recibirá como pensión mensual unos 127 mil pesos.

Lo que es peor, si bien hasta el momento nosotros hemos perdido plata en lo que va de esta crisis, no así las AFP, ya que al mismo tiempo en que se esfumaba gran parte de nuestros fondos previsionales, las AFP y sus compañías de seguros, embolsaron en comisiones y primas ¡9,3 billones de pesos!

En este sentido, como planteábamos en la editorial. Frente a un panorama de contracción económica, y con una política pública responsable en financiar la rentabilidad de las empresas. Quien se beneficia en una crisis, son los grandes conglomerados económicos, solventados curiosamente por los trabajadores de chile.

Este contradictorio escenario social, manifestado parcialmente por la “crisis del paradigma de seguridad social”, nos conduce a decir que: ¡las cosas no pueden continuar así!, aun más, si desciframos las restringidas medidas de la alentada reforma previsional, que no solo no considera un sistema de reparto alternativo a las AFP, manteniendo así, el monopolio de la previsión en manos privadas, sino que también extiende los años de trabajo de las mujeres a los 65 años, para luego recién postular a los beneficios…y por ultimo la entrega de “pensiones básicas y aportes complementarios”, sólo la entregaran a los sectores más pobres de la población. Esto tan solo nos plantea que el Estado de Chile, y en específico las arcas fiscales del gobierno, han sido diseñadas bajo una política distributiva, que modera significativamente la entrega de subsidios, por medio de la localización arbitraria de los segmentos mas empobrecidos de la sociedad. A propósito de esto, la encuesta CASEN del año 2007, estableció que la pobreza en chile ha bajado en los últimos 12 años, sin embargo, para llegar a esta conclusión los funcionarios del gobierno fijaron el mínimo de sobrevivencia en los ¡40 mil pesos mensuales!, cuando efectivamente para que una persona pueda vivir en chile requiere 130 mil pesos mensuales…Esto significa que el 80% de los chilenos es pobre, ya el 80% de la población en chile vive con menos de 130 mil pesos.

De esta manera el “proyecto estrella del gobierno” solo da cuenta del fracaso de la política social de este, anunciando con optimismo para las franjas del activo social, la posibilidad de platearse abiertamente un nuevo modelo de seguridad social, cuya finalidad sea dar cobertura y protección a las trabajadoras y trabajadores en sus contingencias sociales durante su vida activa laboral y después de ella, un sistema armónicamente integrado que asuma la invalidez, vejez y muerte. Pero sobre todo un proyecto fundado en las expectativas políticas de las grandes mayorías asalariadas de este país.

Alvaro Lártiga.
Socio del sindicato numero 1 de la COMUDEF.

(1) Es necesario destacar que los trabajadores sujetos a contratos por obra o faena se encuentran al margen de derechos fundamentales: el derecho a la indemnización por despido y el derecho a negociar colectivamente.

De corporación en corporación: La propuesta de desmunicipalización del gobierno. Información y desafíos para el mundo educacional

Las movilizaciones de comienzos del año recién pasado, tuvieron como uno de sus principales protagonistas a los docentes. La avanzada legislativa de la clase política dominante, instaló como nueva legislación marco el proyecto de ley general de educación (LGE), iniciativa legal criticada hasta el cansancio en cada instancia de movilización por estudiantes secundarios, docentes, trabajadores de la educación en general y organizaciones del mundo popular.

La presión ejercida por este movimiento, dio pasó a la construcción de un nuevo proyecto de ley que presenta como punto central el fortalecimiento del sistema público-privado de educación (Estado subsidiario). Fue este proyecto el que ha copó la agenda pública en torno a las temáticas educativas en los últimos meses del año 2008, presentándose como una de sus ideas centrales la formación de “Corporaciones locales de educación pública” que modificarían la estructura administrativa del actual sistema de educación pública. La propuesta se ha presentado a la luz pública como la esperada “desmunicipalización” de la educación, y a su vez como la real solución para acabar con la brecha extensamente comprobada entre niveles de aprendizaje y formulas de administración educativa.

Cabe señalar que esta indicación, es sólo un elemento dentro de una ley que pretende, al alero del nuevo marco legislativo en materia de educación en Chile (LGE, Superintendencia de educación, Agencia de calidad y el citado proyecto de ley), modificar las formas y orgánica del actual sistema educativo nacional por medio de la consolidación y mantención de la estructura subsidiaria –actualmente en Chile cerca del 90% de los sectores populares estudia en la educación municipalizada, sector que no posee ningún tipo de trato diferencial por parte del Estado.

Con respecto al punto central de este artículo, es necesario mencionar ciertas características propias de la nueva figura legal que se intentará implementar, para así lograr delinear determinadas apreciaciones en torno al cómo pueden ser abordadas estas reformas dentro de organización de los trabajadores de la educación.

En cuanto a los elementos prácticos la nueva normativa legal, se propone como primer componente a considerar el aumento de la subvención por alumno y a su vez la modificación en cuanto al sistema de entrega del monto, ya que se busca otorgar la subvención por alumno matriculado y no por asistencia. Estos dineros pasaran a ser administrados por las nuevas “Corporaciones Locales de Educación Pública” que tendrán a cargo en promedio a 15.000 alumnos. Estas corporaciones serán manejados por personal de los municipios que participen en ella (se considera de 2 a 3 comunas por corporación, esto depende de la cantidad de alumnos que cada una posea). Dentro de estos se consideran a concejales electos de cada municipio y a miembros del MINEDUC (2). La dirección de esta entidad estará a cargo de un miembro elegido por el consejo, el cual poseerá altas atribuciones administrativas. Su cargo es rotativo y probablemente recaerá en los alcaldes de las comunas involucradas. Las políticas educacionales generales recaerán en el “Servicio nacional de educación”.

Las nuevas corporaciones locales, no contemplan la participación directa de los actores educativos: profesores, asistentes de la educación, administrativos, estudiantes, etc. y a su vez tratan de resguardar la mayoría de los gobiernos locales (por medio de la participación de los concejales comunales) resaltando la idea de control local por medio de las autoridades electas en procesos representativos altamente cuestionados por los movimiento sociales. Es decir, la posibilidad de fortalecer la participación de las comunidades educativas locales por medio de la administración y fiscalización directa del proceso educativo, se aleja cada vez más.

Existen algunas puntualidades que debemos considerar con respecto a las indicaciones de esta ley. Por una parte, se señala que el traspaso de los docentes desde las corporaciones municipales hacia las nuevas corporaciones locales de educación pública, no implicaría la perdida de los años trabajados (“sin solución de continuidad”) ni tampoco modifica el marco legal (Estatuto docente) bajo el cual actualmente se sostienen los profesores en Chile. A su vez, todo trabajador que ingrese a las nuevas corporaciones en funciones no educativas, pasarán a regirse por las normas del Código del trabajo. Si bien, la ley no plantea derechamente la modificación del sistema legal vigente para los profesores, hay otros elementos que ponen en duda el espíritu de esta iniciativa, y estos se encuentran en la ley de subvención preferencial, la que propone en uno de sus artículos la eliminación del sumario como derecho de los profesores frente a la posibilidad de un despido. Este no es un hecho aislado y debe ser observado con prudencia y atención ya que la intencionalidad de la clase política es modificar, y en “mejor” de los casos eliminar, el Estatuto docente, buscando flexibilizar las normas y condiciones de empleo de los docentes en el país como una manera de precarizar su condición laboral.

En otro sentido, la formación de las corporaciones, que poseerán como función exclusiva la implementación y administración del sistema educativo, crearan una figura laboral exclusiva al mundo educativo. La desmunicipalización del sistema, unifica a los trabajadores de la educación y amplia, considerablemente, los trabajadores dependientes por corporación local, lo que contrasta con los inexistentes niveles de participación que poseerán los trabajadores dentro de esta nueva estructura organizativa.

Mas allá de la descripción en sí del proyecto de ley, considero que dentro de este nuevo marco, debemos ser capaces de observar los desafíos que se nos platean a los trabajadores de la educación. Dentro de este marco, considero que se nos plantea una contradicción a solucionar: Si bien ha aumentado la movilización social, bajo el alero de determinadas estructuras gremiales, los niveles de organización social no se han mantenido en el tiempo. ¿Crisis de representatividad? Claramente. ¿Bases sociales 100% capaces de crean nuevas estructuras orgánicas, sólidas y con perspectivas a corto, mediano y largo plazo? ...

Es decir, la posibilidad de superar esta “crisis de participación”, sin duda que pasa por un tema orgánico, las bases deben ser capaces de construir nuevas alternativas centradas en su participación y su poder de acción. Sin embargo, creo que la posibilidad de superar la problemática esbozada también pasa por un tema político, ya que se necesario ampliar la base social como un objetivo táctico pero por sobretodo político. La posibilidad de generar avances en materia educativa esta estrictamente unido a la generación de un movimiento que se plantee desde los trabajadores de la educación, y no sólo desde los docentes, que represente sus intereses y esperanzas y que por lo tanto cree una estructura organizativa inclusiva, transversal y de base.

Sin duda que el avance legislativo propuesto por el oficialismo puede tener mayores consecuencias que las aquí planteadas, especialmente porque el proyecto sólo ha sido presentado frente al congreso y la discusión aún no se ha centrado en él. Es posible que muchas de las indicaciones del nuevo proyecto de ley no sean aprobadas. Las comunas más ricas del país no ven con buenos ojos la posibilidad de desmunicipalizar la educación y ejercerán presión para que las modificaciones no se lleven a cabo, sin embargo, lo que se vislumbra con claridad es la tarea de organizar a los distintos sectores del mundo educativo en propuestas que nazcan desde sus necesidades, desde la confluencia de las distintas sensibilidades que buscan avanzar en propuestas que prioricen la regeneración de los quienes por años hemos sido sólo datos más de la desigualdad educativa.

Javier Insunza.
Docente, Corporación de educación y salud de Ñuñoa.

Boston College: Limitaciones de la negociación colectiva

A comienzos del 2008 tuvimos nuestra primera negociación colectiva como sindicato, la cual significó un gran aprendizaje.

En un comienzo, cuando estábamos en la fase de redactar una propuesta de negociación, pensábamos que todos nuestros problemas como trabajadores se verían solucionados. Lamentablemente, no previmos un sin fin de cosas. Esto fue así, por que caímos ingenuamente en el juego de las leyes laborales. Como se dice, “nos creímos el cuento” de que un contrato colectivo era efectivo para solucionar los problemas que nos aquejan como trabajadores.

Cuándo vimos que no era tan fácil presentar una propuesta de contrato colectivo, debido a todos los pasos legales que debíamos seguir, decidimos contratar un abogado para no arriesgarnos, sobre todo por que se decía que el sostenedor no era “tan malo”, ya que nunca se salía de lo legal.
En fin, con abogado y todo, elaboramos el proyecto y le pusimos de todo: reajuste salarial, implementación e infraestructura, aumento de las vacaciones, etc. Todo lo que soñábamos estaba en ese papel, obviamente pensando que nuestras necesidades económicas se solucionarían en algo, teniendo en consideración, además, todas las alzas de precios que nos afectaron durante el 2008.

Cuando empezó el período de negociación, las cosas cambiaron un poco.

El primer problema, fue que la responsabilidad de la negociación recayó mucho en los dirigentes. Esto habla de una cultura sindical muy dormida, donde los compañeros descansan mucho en la figura legal del directorio. Debido a esto, se discute poco y no se reflexiona la magnitud de lo que está en juego, no previendo que cuando se negocia, también se puede perder y ante eso hay que tomar medidas.

Entonces, cuando los plazos se fueron acortando, es decir, cuando llegó la ultima propuesta del sostenedor, y esta no nos solucionaba los problemas de fondo, nos dimos cuenta que nos atrapaba la máquina.

A esta altura el desgaste de los dirigentes era evidente, agobiados por resolver cuestiones de “forma” del contrato, según lo estipulaba la ley.

Debido a esto, seguimos el conducto, y votamos la huelga. Aunque con miedo, la mayoría de los socios tomo esta decisión, pero antes más que por defender lo que habíamos propuesto, era porque el tiempo se había acabado.

Al final, con la huelga encima, los dirigentes agotados y la ley presionando con su mano invisible, la huelga no se hizo efectiva (por suerte, ya que habría sido un desastre), y se terminó aceptando la propuesta del sostenedor.

Ahora, casi un año después, yo me pregunto ¿Qué ganamos?

¿Acaso un reajuste que se lo lleva de lleno la inflación nos mejora en algo la situación a los trabajadores y a nuestras familias? ¿o los bonos por matrimonio, o por fallecimiento? O los $8000 que nos van a dar ahora en marzo para comprarnos los uniformes que la empresa nos exige ¿Quién anotó el gol a quien?

El sostenedor sabía que tenía el sartén por el mango. Conocía la ley, y se llevaba bastante bien con ella (por algo él es el patrón). Sabía que éramos un sindicato pequeño y que no teníamos relación con los demás sindicatos de los otros BOSTON COLLEGE (los cuales tienen giros distintos). Tampoco estábamos federados, ni mucho menos confederados. Entonces era de suponer que no teníamos con qué hacer presión.

De esta experiencia es necesario aprender, ya que todo el marco legal con el que fuimos a dar nuestra batalla, era nada más y nada menos que la ley que protege al patrón.

Por lo tanto, mientras seamos un sindicato chico, de empresa y poco participativo será muy difícil dar un paso adelante. Mientras seamos un sindicato que no plantee sobrepasar los marcos legales para negociar, es decir NEGOCIAR DE HECHO con la fuerza que nos de la unión y la solidaridad, seguiremos dando palos de ciego.

¡Solo la unidad nos dará la fuerza para mejorar nuestras condiciones de vida!

Dominique Siddi,
Secretaria del Sindicato del Boston College - La Florida

Llegar y llevar

Que la administración política del estado se transformó en una gran bolsa de trabajo para nadie es desconocido, esta gran vaca lechera (con el respeto que me merece este mamífero rumiante), ha servido para premiar a todos los que se destacan en la oferta de favores políticos. Al mejor postor no se le abandona, aún cuando se haya mandado alguna que otra embarrada, merece que se le considere en algún cargo de confianza.

Cuenta el dicho que un caballero no tiene memoria, lo que es completamente cierto en algunos seudo personajes del acontecer político, nacional y comunal, que en su paso por las dirigencias gremiales y sindicales hicieron sendas declaraciones de transparencia y autonomía, de lucha y justicia, pero que hoy atontados por la leche de esta generosa vaca que es el estado, asumen una posición de contención del descontento social, allí en donde el empleador los puso precisamente para ello.

No se puede seguir confiando en estos deshonestos personajes, que han sido capaces de vender su ímpetu libertario, si es que algunas vez lo tuvieron, por una posición laboral en la que aparecen agarrando el sartén por el mango, en el que se cocina el esfuerzo laboral de la clase trabajadora.

Dirigente que hoy son parlamentarios, asesores ministeriales, consejeros municipales, inspectores generales o directores, pierden toda autonomía ante la obligatoriedad de un cargo al que no concursaron, lo que pone en riesgo a la clase trabajadora, por cuanto todo lo que saben sobre movilización social, el empleador lo utiliza para la contención del descontento.

Cuando todos les conocieron como abiertos defensores de la transparencia de los concursos públicos, hoy borran con el codo lo que escribieron con la mano.

Cuando todos les conocieron como acusadores de la demagogia y el nepotismo, hoy aparecen ofreciendo soluciones populistas, que son imposibles de realizar y de paso acomodan a sus “amigos y parientes” en puestos de trabajo, saltándose el conducto regular que ellos mismos acordaron en beneficio de los trabajadores.

Decía Roque Dalton: Salvo en una sociedad completamente justa lo mejor de la vida es ser jefe… Esto sin lugar a dudas es lo que acontece día a día. De esta forma se instalan seudas democracias en las que los piños políticos se arraigan en comunas y pueblos, como verdaderos dioses, que radicalizan la maldita frase de que no se mueve ni una hoja sin que lo sepan.

En la comuna de La Florida estamos teniendo esta impresión. Muchos de los que nos jugamos por el trabajo comunitario nos vemos enfrentado al efecto de los hijos del monte en el que muchas iniciativas sociales y culturales son copadas por activistas sin sentido de territorialidad, que pretenden encauzar la vertiente libertaria para el provecho del dueño de la parcela.

De la misma forma y con completo desparpajo hacen rabietas cuando les cuestionamos la transparencia de las platas… dinero que es de todos y a quienes todos interesa en que se gastan. ¿Por que los novecientos mil del sueldo de la ex ministra no se usan en proveer de juegos para la plaza de los palos en Nuevo Amanecer? Debe ser porque los niños no votan y van siendo menos los adultos que también lo hacen… síntoma de una sociedad que comienza a andar el camino de la justicia y la libertad en manos de la comunidad y en contra del Estado.

Cristian Arena, dirigente del sindicato N1 de la Comudef

¿Qué sindicato, para qué estrategia, para qué tiempo? A propósito de los pequeños hombrecitos y sus limitadas vidas

Hace un tiempo atrás el sindicato número 1 de la Comudef, comenzó a vivir un nuevo proceso de maduración, provocada por diversas circunstancias, pero tal vez, la más significativa de ellas, y que le da razón de ser, es la idea que nuestro sindicato esta en presencia de profundos cambios, que son fruto de un rechazo que recién comienza a asomarse en el seno de la sociedad Chilena, y que se expresa en el enojo y descontento de la gente por las precarias condiciones de vida impuestas, al aburrimiento de la vida diaria, al malestar frente una cultura embrutecida, y a la caducidad de las instituciones que se nos presentan muertas y vacías.

En Chile estamos en presencia del inicio, de lo que debe ser, un cambio de vida profunda de nuestra existencia. Los estudiantes han generado ya las coordenadas sociales básicas por donde debe conducirse un nuevo imaginario de lo social, los trabajadores del cobre demostraron cuáles son las acciones que deben acompañar a este nuevo imaginario social, y por último, las trabajadoras del sector público nos enseñaron la masividad, alegría y disposición con que debe asumirse el despertar del gigante popular.

Una mezcla especial entre rechazo, propuesta y deseo se esta asomando sobre las cabezas de quienes no queremos seguir viendo cómo enormes corporaciones empresariales, explotan a nuestra familia, usurpan y saquean las riquezas de este país. Un tipo de sincretismo sui generis entre las antiguas y las nuevas voluntades, dejan ver cuan grande son los empeños políticos de una generación dispuesta a dar lo mejor de ella. Una generación con vocación de mayoría, una generación de jóvenes combatientes que alegremente entonan la canción de Fito Páez; “¿Quién dijo que todo está perdido?, yo vengo a ofrecer mi corazón”…

Sobre este periodo que recién comienza y que nadie sabe cómo va a terminar. Nuestro sindicato en lo particular, experimenta el complejo proceso de “darse cuenta”… Darse cuenta que los sindicatos hasta el momento han sido pequeñas parcelas, protegidas por pequeños hombrecitos, cuidando pequeños y mezquinos intereses. Pero tal vez lo más duro y contradictorio de todo, es que hemos sido nosotros quienes hemos protegido esta forma tan limitada de vivirnos nuestra participación sindical. Una forma testimonial, aburrida, contemplativa, acostumbrada a los favores, acostumbrados a que nos dirijan y poco acostumbrados a ser libres. Seguramente podemos afirmar que somos personas despolitizadas, ya que la política emerge junto a quienes se dan la posibilidad de ser libres, pero la libertad es frágil y no aparece en cualquier lugar. Se sostiene solamente donde los hombres y mujeres pretenden ser iguales, por eso se la puede llamar “tesoro perdido de las voluntades”. Pero este tesoro aparece, y en nuestro sindicato apareció un pequeño rayo, y con él, el tiempo de darnos la posibilidad de hacer las cosas con un sentido radicalmente distinto a como venia siendo. Somos claros, tiempos nuevos nos darán la oportunidad de corregir, lo que pequeños hombrecitos y pequeñas mujercitas asustados/as de ser libres, no querían hacer.

El recambio es un hecho, mientras unos gritan la pérdida de su rancho, otros por abajo formulamos nuevas coordenadas sindicales, ansiosos de ver crecer las voluntades que despegaran un nuevo imaginario social, diseñaremos cotidianamente las estrategias de cooperación que harán de este sindicato, un proyecto de mayoría, claro en sus principios, resuelto en sus prácticas. Un nuevo periodo para despedir y dejar atrás las mentiras, el clientelismo, a los que saludan con gracia al dios y al diablo, a las promesas demagógicas e incumplibles.

Los antiguos solían llamar sofistas a aquellas personas que tenían la habilidad de hacer pasar una mentira por verdad, un pequeño problema particular como uno universal.

Los antiguos respondieron ha esto con templanza, sabiduría e inteligencia.

Pero escucha pequeño hombrecito, hay una cosa que no sabes ni quieres saber por que tienes miedo de la vida, tienes un miedo mortal que te paraliza: “asesinarás cualquier idea contraria a la tuya, en nombre del sindicato, del pueblo, del colegio de profesores, defenderás tu esclavitud. Pero no te has dado cuenta de tu miedo mortal, del goce que sientes al ser esclavo de lo que posees. No te has dado cuenta, que todo lo que tienes, te tiene a ti, ahí donde tu mandas, siervo serás”.

El colectivo “Mal de Ojo” saluda con mucho respeto a todas esas personas que se dan la posibilidad de construir un sindicalismo de nuevo tipo, alternativo a las pequeñas y egoístas almas, saluda a todas esas personas dispuestas a descubrir el tesoro olvidado en sus corazones, e invita aquellos que todavía defienden su servidumbre voluntaria, a emprender un nuevo proyecto como sindicato, dándonos la posibilidad compleja, pero posible, de ser libres y felices.

Abrazando las ideas-fuerzas que corren con entusiasmo por el sindicato número 1. Saludamos atentamente a su nueva directiva.

Colectivo Mal de Ojo - Otoño 2009