Estos han sido sin lugar a dudas los ocho años más extraños de la historia.
Según los diarios el mundo entero entró en crisis, los bancos, los gobiernos asociados a los bancos y los políticos asociados a los gobiernos reclaman para todos la necesidad de organizarse para hacer frente a lo que pareciera ser la crisis definitiva. Lo señalan como si de pronto todos nos fuéramos a morir de hambre y como si hasta ahora nadie se muriera de hambre. Con la misma cara de ano con que nos impusieron la flexibilidad laboral, los sueldos de hambre, que ahora se llaman éticos, predican la unidad y la conciencia de la crisis como única salida al descalabro. Para muestra un botón: la corporación que administra los colegios en los que trabajamos pretende solucionar la mala administración anterior cargando a la cuenta de los trabajadores el desfalco. ¿Qué pretenden en realidad? Lo mismo que todos los discursos apocalípticos, infringir miedo para allanar a la población y de esta forma introducir todos los cambios que les permita aumentar sus prebendas. Zalaquett hizo lo mismo el 2000 achacándole 7000 millones de pesos de déficit a la administración del Duarte; hoy son cinco mil millones y las mismas amenazas. El cargo con que se calzaron es ahora la posibilidad de llenar el estanque con los beneficios que se obtienen de pagar las farras metiendo la mano en el bolsillo de los trabajadores.
Yo le digo a la nueva administración de COMUDEF, que tan preocupada está de la crisis, que si son tan buenas sus intenciones trabajen gratis, no solo ellos sino que toda esa camarilla de fulanos que se alimentan de esa administración y que en otro tiempo se vestían de amarillo y celeste: los corchos de siempre que navegan en todas las aguas sin importar el color político.
Este gobierno corporativo no es distinto del otro que gobierna otra comuna, no es distinto del que ha gobernado con distinto nombre durante 30 años, los que ayer criticaron el modelo hoy lo administran con los mismos palos que pegaba la dictadura a la clase trabajadora.
Un cuchicheo ensordecedor dice que este año se viven despidos masivos en todo el mundo, como si nunca hubiese pasado.
De qué estamos hablando si nuestro sueldo siempre ha sido crítico, si la inestabilidad laboral es más antigua que sentarse en el trasero.
La política formal da muestras de que la riqueza fluye por la vereda del frente, las que está pavimentada de pititos políticos, ya ni saben por qué quieren gobernar, así como están las cosas hasta por eso les pagan. Los Frei, los Piñera o los que sean no son más que esta clase de burócratas que como el clan de los Montes, en La Florida, administran la misma crisis de siempre infringiendo temor para gobernar. Hoy es mal visto sacarle la cresta a un fulano en una protesta, más aún cuando está tan lleno de cámaras. Hoy lo que la lleva es descalabrar a la clase trabajadora con el látigo de leyes que avalan al capitalismo y a los siniestros que siempre están dispuestos a empuñarlo para probar su valentía.
En lo personal no estoy dispuesto a cargar con este gigante armatoste y pienso que los trabajadores de corporación municipal de la florida tampoco pretendemos hacernos cargo de la parranda permanente con que gobiernan los que se embriagan con la plata de los trabajadores.
¡¡A organizarse y luchar por la unidad de los trabajadores!!
Cristian Arenas
Dirigente sindicato Nº1 de la COMUDEF
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